Por mucho tiempo el tabaco estuvo en nuestras vidas como una práctica normal. Deportistas de alto rendimiento lo consumían sin empacho, en las películas no podía faltar un cigarrillo, mientras que en restaurantes existía una maraña de humo imposible de huir de ella. Sin embargo, con el paso del tiempo los espacios para lxs fumadorxs se fueron acabando y la lucha contra el tabaquismo se convirtió en una batalla constante con campaña como el Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora cada 31 de mayo.
El Día Mundial Sin Tabaco nació en 1987 cuando la Asamblea Mundial de la Salud instituyó su celebración. El objetivo, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), fue llamar la atención del mundo hacia la epidemia de tabaquismo y sus efectos letales.
El organismo señala que esta celebración es una oportunidad para destacar mensajes concretos relacionados con el control del tabaco, así como para fomentar la observancia del Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco.
¿La razón? Es porque el consumo de tabaco es la principal epidemia prevenible a la que se enfrenta la comunidad sanitaria. Cada año el fantasma grisáceo de los cigarrillos mata a más de 8 millones de personas y está directamente relacionado con la aparición de 29 enfermedades, de las cuales 10 son diferentes tipos de cáncer y más del 50 por ciento de las enfermedades cardiovasculares, según datos de la OMS.
¿Por qué la gente fuma?
Seguramente has escuchado que una persona que fuma justifica el consumo del tabaco porque asegura que le baja el estrés. ¿Pero es cierto esto? La respuesta es no, según el doctor Juan Carlos Cárdenas Rosales.
“Mucha gente piensa que obtiene esa falsa perspectiva de que el fumar los tranquiliza, sobre todo personas que están bajo estrés”, expresó en entrevista con Chilango el médico especialista de Mayo Clinic en Jacksonville, Florida.
Entre los motivos de que la gente fuma, señaló el especialista, indicó que puede ser psicológico, pero también por moda o por presión social. Explicó que muchas personas se caen en las garras del cigarrillo debido a que sus amistades o en la familia hay fumadores y se vuelve una conducta normal este tipo de hábitos.
“Creo que son muchos factores los que juegan un papel tan crucial en que una persona pueda o quiera empezar a fumar y creo que no solamente es una cuestión psicológica, sino también una cuestión social”, apuntó.
Beneficios por dejar de fumar
El experto de la salud mencionó que los beneficios por dejar de fumar son casi inmediatos. “Se ha visto que algunas horas después de que las personas dejan de fumar, la frecuencia cardíaca y la presión empiezan a disminuir”, comentó. Detalló que los pulmones también comienzan a sanar y, si no hay un daño anatómico o estructural, este órgano tiene la capacidad de restablecer su estructura.
A largo plazo, agregó, se reducen casi a la mitad las probabilidad de que una persona muera por cáncer de pulmón si es que dejó de fumar por 10 años. “También se ha visto que el riesgo de desarrollar cáncer de boca o cáncer de páncreas se reduce de una forma dramática”, dijo.
Y tú, ¿ya te decidiste por dejar de fumar? Puedes hacerle un gran favor a tu cuerpo y a tu familia al regalarle unos años más de vida.
